sábado, 30 de enero de 2016

LOS 60 DE JUAN ARTURO

El día después del gran festejo de los 60 de mi hermano Juan Arturo. 
La fiesta de anoche fue espectacular. El mejor cumpleaños al que asistí en toda mi vida, sin duda. Tenía visos de fiesta de casamiento de alto nivel. 
Comenzó a las 20 hs. Con Ely y Venónica llegamos a las 21 hs. La noche estaba muy linda, la casa que mi hermano y mi cuñada Alicia, vienen alquilando para la temporada veraniega desde hace ya tres años, en el country Potrerillo de Larreta, estaba hermosísima, toda iluminada, incluso con luces de colores, hasta con un árbol a la distancia tambien alumbrado en medio de la montaña. El espejo de agua de la piscina y las luces de Alta Gracia con el contorno oscuro de la montaña en el horizonte le daban al parque un toque a encanto.
Un camastro con su gacebo, también debidamente iluminado al final del parque le daba un aire oriental, la barra al lado de la galería daba la nota de fiesta, allí servian, vinos finos, champaña con pepino, campari con jugo de naranja, aperol con champaña o con jugo de durazno, cervezas monjitas y fernet con coca.
Un servicio de chef y ayudantas de cocina, con muchos mozos que servían riquísimas entraditas en cazuelas, con kamikama, palta y criollita, empanadas fritas de carne, o de hongos y queso, al horno de pan, pinchos de cerdo con salsa de palta, y cazuela de carne con salsa agridulce, también con hongos. Para el intermezzo un postre serrano con helado, frutos secos y otros en almibar. Mas tarde se reabrío el servicio con la mesa dulce, el café y hacia el final del encuentro pizas a la parrilla.  
Había alrededor de 80 invitados, entre ellos, 20 liceistas, ex compañeros de mi hermano,  colegas ingenieros y  los compañeros de su cátedra, mi madre como la más vieja y la única exponente de la generación silenciosa, nosotros sus hijos, los Alippi con todos nuestros  sobrinos, dos primas y los Montín (la familia de la concuñada y mi comadre Silvia). Todos los invitados vinieron con sus conyuges o parejas, había muy pocos singlers. Estaban presente 5 generaciones, solo faltaban los niños y los bebés, que en nuestra familia, en este momento no los hay, siendo las dos más pequeñas Pachi  y Magui, acercándose a los 15 años, ellas son las Z de la familia.
La fiesta fue muy elegante y semiformal. En el inmenso quincho estaban ubicados los cocinerros con todos sus artefactos, traídos especialmente para la ocasión (Anafes, parrilla, el horno de pan y todos los utencilios)
Cerca de las doce, unos sobrinos de la generación Y: Luz con su hermosa voz, Arturo en guitarra y piano, Georgina en bajo, Josefina con el cajón Peruano y Rocío con la pandereta, nos deleitaron con unos temas pop de los 80, casi todos en Inglés y algunos en Español. Su presentación gusto mucho a los Baby Bomers, los de la edad de sus padres, quedando todos muy sorprendidos. 
Ely y yo, practicamente los únicos de la generación X, estuvimos haciendo sociales por alrededor de una hora y media, luego de nuestra llegada, para irnos después retirados al camastro, desde donde contemplamos gran parte del espectáculo, conversamos y durante un rato estuvimos allí con nuestros sobrinos Octavio, Verónica y Rocío que se nos acercaron, más tarde cuando se armó el baile nos volvimos a integrar y nos divertimos con todos, nos gusta disfrutar este tipo de eventos no solo como partícipes sino como observadores. 
El momento del baile fue muy divertido, estabamos muy alegres, no faltando por supuesto los excedidos en alcohol, especialmente varios jóvenes, que a pesar de haber bebido mucho, conservaron la compostura que ameritaba la fiesta. 
Al estar el Country Potrerillo de Larreta en Alta Gracia, se organizaron para tener un conductor designado por auto que no bebía, los demás disfrutaban de la canillla libre. 
Luego del espectáculo musical, e inmdiatamente después que el DJ puso música para que comenzara el baile, se largó a llover, tal cual estaba pronosticado y conforme muchos lo temíamos. Aunque fue medio desmoralizante, la casa es lo suficientemente grande para que nos amucháramos en los espacios techados: el inmenso living, las dos galerías, y la cocina comedor. Al cabo de un rato todos nos adaptamos de nuevo y seguimos disfrutándo. 
La inmensa satisfacción de mi hermano, el primogénito, que una vez fallecido el papá, hace ya casi dos años, ha venido a quedar en su virtual rol de "padrino"... la noté cuando hacia el final de la fiesta, para el momento en que los invitados comenzaron a despedirse... se fumó un cigarro cohiba de los cuatro que le regaló su hija Josefina, muy apropiados por cierto con la casa, cuyos dueños son Cubanos.
Muchos se volvieron a Córdoba, pero varios nos quedamos también a pasar el fin de semana en la casa. Nos comenzamos a organizar para dormir, a mi me tenían preparada mi ya tradicional habitación, del fondo del parque, que ha quedado bautizada definitivamente por los Alippi, como; La Ergástula, en honor a los anacrónicos términos que  solía utilizar el papá, como particularidad de su lenguajee y que todos recordamos con agrado e historias de familia. En ese refugio hace exactamente un año, gesté el libro que publiqué en Octubre pasado: De Estados, Espacios & Legados. 
Mi cuñada Alicia señaló en cierto momento, hacia el final de la noche: "Ergástula era una celda para presos", la corregí y le dije que más bien era el lugar de los esclavos. No se en qué habrá estado pensando cuando me hacía el comentario, pero algo que puedo señalar con toda certeza, es que mi sobrino Octavio, próximo a hacer su tesis de arquitectura y que también tiene un determinado refugio en su casa, para el estudio y el trabajo de su equipo de compañeros, es el único que parece haber interpretado a la perfección el mensaje que traté de expresar en el poema homónimo. El estado de esclavitud, o incluso el de preso que requiere éste tipo particular de refugio, es en sí un estado interior un estado mental, emocional y espiritual, en lugar de ser un estado civil, jurídico, social o incluso, familiar. Es un estado privado y se lo siente, cuando uno está incapáz de socializar, se halla ensimismado y percibiendo una sensacion densa, melancólica y dramática.   
Mi onda de este Enero, fue el minucioso estudio del Eneagrama, incluso de un libro que no está en Argentina y que me lo trajo de Barcelona, justamente este sobrino Octavio; "Conciencia en acción", que me dio justamente "la clave" para que no volviera a atravesar en la ergástula el estado emocional de ensismismamiento e incapacidad y por el contrario, pudiera estar totalmente libre y consciente para socializar como lo hice anoche y como lo estoy haciendo hoy; bien libre ya, gracias a la puesta en escena definitiva de mi individualismo, para poder retirarme a escribir como ahora, cuando lo deseo, sin ningún problema de mi parte, ni de la familia.    

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario