miércoles, 17 de febrero de 2016

EL DÍA EN QUE COMENCÉ LA BATALLA CONTRA EL CIGARRILLO

Ayer 16 de febrero del 2016, le hice mi consulta en el Instituto Cardiológico al Dr. Fernando Napoli, tabacólogo que conocí hace como 20 años en el Centro de Salud del Agepj de donde ahora es Director y está con los judiciales desde que se creo ese Centro.  En aquel entonces yo fumaba una etiqueta de 20 por día y él me ofreció seguir su tratamiento al que después patentó como Programa Fin. En  esa epoca no estaba ni lejos de mi fin, no era mi tiempo. Debí aumentar mi consumo, primero, mi consumo a 40 cigarrillos al dí los últimos 10 años y luego subir desde hace unos meses a la exorbitante cifra de 60 diarios. Ahí después de un año de prepararme para el "día de", que fue ayer... recibí por fin las advertencias, los sustos, las prescripciones y pautas sobre el tabaquismo y cómo pretendía él que yo lo comenzara a dejar.
Ayer a las 19:30 hs estaba saliendo del Cardiológico en un estado de muchísimo nerviosismo y miedo cuando me fui al bar de la estación de servicio de Manzi y compré un café en jarro y dos etiquetas de Particulares yéndome a esa pérgola que tienen a un costado del playón para tomarme mi café, fumarme dos puchos y comenzar a volver en mí.
Todo el resto del día estuve en casa dándome mi última panzada de cigarrillos, contándole a Ely de las estrategias propuestas, comenzando a construir medidas privadas entre los dos para colaborar con el tratamiento y finalmente dándome otra panzada de facebook, aprovechando que circunstalcialmente la p.c. comenzó a andar bien, pues esta con importantes fallas.
El "día de" fue ayer, pero ayer solo elaboramos algunas estrategias. Hoy 17 comencé con las tácticas propuestas por el médico y siendo las 14:22 voy muy bien. Habiéndome fumado hasta ahora desde que comenzó mi día, 10 cigarrillos, cuando en los últimos tiempos ya podía estar alcanzando, e incluso superando, la etiqueta y media (30).-
El tratamiento apunta a que a la corta o a la larga yo alcance la abstinencia total de cigarrillo y que nunca más vuelva a consumirlo. Asi hice también con la marihuana desde hace 11 años y la verdad que siento que es posible abandonar un vicio para siempre. No lo he logrado con el alcohol al que después de 15 años de abstinencia, hace un año he vuelto a beberlo, aunque me da la sensación que con moderación y prudencia. 

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